Antes que Jesucristo fuese crucificado les dice a sus discípulos que se mantuviesen en comunión con Dios y esperaran el poder del Espíritu Santo, solo así cumplirán íntegramente el gran mandato. Y así fue, Dios envió su Espíritu Santo aquel día del Pentecostés, desde aquel día nada fue igual, tanto para la historia personal como para la historia de la humanidad.
Pero detengámonos un momento para meditar en las condiciones en las que Dios envía su Espíritu Santo. Dice el libro de Hechos capítulo 3 que el día del Pentecostés, donde Dios envió su Espíritu Santo, estaban todos unánimes. Es decir juntos, pero más que físicamente, estaban en un mismo ánimo.
Entonces, Dios vio que su pueblo estaba en un mismo animo, alabando y adorando al que fue, es y vendrá. Es un ambiente óptimo para causar una revolución en la ciudad y cruzar los límites con el evangelio.
Nosotros como jóvenes, nos caracterizamos por la impulsividad, pero esta debe ser canalizada y concentrada en un solo objetivo, revolucionar nuestra ciudad con el evangelio de salvación, evangelio con el cual nosotros fuimos revolucionados. Para ello debe existir entre nosotros la unanimidad. Siempre vamos a ser diferentes unos de otros, distintos estilos musicales, estilo de ropa, forma de hablar y expresarnos, pero la unanimidad es más allá que eso compañeros. Es potenciar cada talento existente en nuestra congregación para gloria de Dios.
Aquel que desea ser parte de la revolución debe dar un paso adelante, luego otro, luego otro, y no detenerse en la carrera por lo que pueda suceder, sino solo para levantar a nuestro compañero y continuar esta revolución.
DIOS NOS QUIERE UTILIZAR EN ESTA REVOLUCIÓN, DIOS TE QUIERE UTILIZAR EN ESTA REVOLUCIÓN… ¿QUIERES SER PARTE?
Pero detengámonos un momento para meditar en las condiciones en las que Dios envía su Espíritu Santo. Dice el libro de Hechos capítulo 3 que el día del Pentecostés, donde Dios envió su Espíritu Santo, estaban todos unánimes. Es decir juntos, pero más que físicamente, estaban en un mismo ánimo.
Entonces, Dios vio que su pueblo estaba en un mismo animo, alabando y adorando al que fue, es y vendrá. Es un ambiente óptimo para causar una revolución en la ciudad y cruzar los límites con el evangelio.
Nosotros como jóvenes, nos caracterizamos por la impulsividad, pero esta debe ser canalizada y concentrada en un solo objetivo, revolucionar nuestra ciudad con el evangelio de salvación, evangelio con el cual nosotros fuimos revolucionados. Para ello debe existir entre nosotros la unanimidad. Siempre vamos a ser diferentes unos de otros, distintos estilos musicales, estilo de ropa, forma de hablar y expresarnos, pero la unanimidad es más allá que eso compañeros. Es potenciar cada talento existente en nuestra congregación para gloria de Dios.
Aquel que desea ser parte de la revolución debe dar un paso adelante, luego otro, luego otro, y no detenerse en la carrera por lo que pueda suceder, sino solo para levantar a nuestro compañero y continuar esta revolución.
DIOS NOS QUIERE UTILIZAR EN ESTA REVOLUCIÓN, DIOS TE QUIERE UTILIZAR EN ESTA REVOLUCIÓN… ¿QUIERES SER PARTE?
2 COMENTARIOS ::: COMENTA AQUI ::::
Estoy en la lista..
D t b
Salu2
bueno a mi si me gustaria ser parte de la revolucion *EN CRISTO*
::::::¡aleluya!:::::
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