
A través de la historia hemos conocido muchas revoluciones, tomando en cuenta lo que quiere decir “Revolución”, un cambio drástico.
Las maquinarias se masificaron en una época y surgió la revolución industrial, también en el ámbito político han surgido muchas revoluciones, pero ese no es el tema competente para hoy.
Muchas personas se aferran a este término y se hacen llamar revolucionarios, aunque no es un término que se autodenomina, sino que la sociedad ve un cambio radical en el ritmo natural y declara: Esto es una Revolución. Así es el asunto, una revolución es conocida y reconocida por muchos, ya que es un movimiento no común que es innegable.
De esta manera podemos distinguir a un revolucionario, que causó un alboroto tal que nadie fue indiferente a él y su revolución, todos los hechos que lo caracterizan nos dan luces que si, es un revolucionario, pero no tal como los demás. Muchos seudo revolucionarios ya son historia olvidada y ocasionalmente recordada, muchos de ellos no son conocidos por toda la sociedad universal, pero solo uno es recordado por todos, uno que no quedó como parte de la historia sino que es la historia.
Sin mayor preámbulo, Jesucristo el Revolucionario, las señales que lo acompañan dan las precisas características de una Revolución, nada siguió su curso normal, nadie siguió con sus labores sin atender lo que hacía Jesucristo. Aquel SÚPER HOMBRE que dividió la historia de la humanidad, de lo contrario no existiría el a.C. d.C.
A su paso hizo milagros, multiplicó alimentos para dar a más de 5.000 personas, sanó personas de enfermedades de muerte, caminó sobre el mar, incluso resucitó a uno de sus amigos que ya llevaba 3 día de fallecido, por eso lo llamamos SÚPER HOMBRE, por que nos es como nosotros, es el Salvador, Jesucristo el Rey de Reyes.
Las maquinarias se masificaron en una época y surgió la revolución industrial, también en el ámbito político han surgido muchas revoluciones, pero ese no es el tema competente para hoy.
Muchas personas se aferran a este término y se hacen llamar revolucionarios, aunque no es un término que se autodenomina, sino que la sociedad ve un cambio radical en el ritmo natural y declara: Esto es una Revolución. Así es el asunto, una revolución es conocida y reconocida por muchos, ya que es un movimiento no común que es innegable.
De esta manera podemos distinguir a un revolucionario, que causó un alboroto tal que nadie fue indiferente a él y su revolución, todos los hechos que lo caracterizan nos dan luces que si, es un revolucionario, pero no tal como los demás. Muchos seudo revolucionarios ya son historia olvidada y ocasionalmente recordada, muchos de ellos no son conocidos por toda la sociedad universal, pero solo uno es recordado por todos, uno que no quedó como parte de la historia sino que es la historia.
Sin mayor preámbulo, Jesucristo el Revolucionario, las señales que lo acompañan dan las precisas características de una Revolución, nada siguió su curso normal, nadie siguió con sus labores sin atender lo que hacía Jesucristo. Aquel SÚPER HOMBRE que dividió la historia de la humanidad, de lo contrario no existiría el a.C. d.C.
A su paso hizo milagros, multiplicó alimentos para dar a más de 5.000 personas, sanó personas de enfermedades de muerte, caminó sobre el mar, incluso resucitó a uno de sus amigos que ya llevaba 3 día de fallecido, por eso lo llamamos SÚPER HOMBRE, por que nos es como nosotros, es el Salvador, Jesucristo el Rey de Reyes.

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